Es posible que sea uno de los destinos más vírgenes de Gran Bretaña. Sus tierras, salpicadas de castillos e imponentes montañas son fuente de inspiración para leyendas, historias e inclusive series. Muchas, basadas en la creatividad de aquellos que le dieron un trago al agua de la vida, como denominan los locales al whisky.
Sus montañas que intentan tocar el cielo, conocidas como las Highlands, tampoco están exentas de historias. El famoso monstruo Nessie hizo que el lago Ness fuese uno de los más populares del mundo.
Los tradicionales castillos son auténticos testigos del turbulento pasado y todos esconden algún secreto. El más famoso y fotografiado del mundo es el Eilean Donan Castle. Construido probablemente en el XIII, como defensa de invasiones vikingas, es una estampa misteriosa y romántica.
Sin embargo, la postal más famosa de Escocia es el VIADUCTO GLENFINNAN. The Jacobite Steam Train fue declarado por la revista Wanderlust como el trayecto en tren más espectacular del mundo, recorre imponentes paisajes y escenarios de míticas películas, especialmente las de Harry Potter. El viaducto de 30 metros de altura, fue diseñado por Sir Robert McAlpine entre 1897 y 1901.
Pocas capitales europeas abruman tanto como Edimburgo, a medida que nos adentramos en la ciudad se divisa el conjunto de su casco antiguo y el Castillo, donde comenzó la historia de la capital escocesa. Durante más de 500 años estuvo dividida en cuatro entidades independientes: el Castillo, la ciudad de Edimburgo, el núcleo de Canongate creado por la Iglesia, y los terrenos de la abadía de Holyrood, exenta de cualquier jurisdicción civil y donde luego se edificaría el Palacio Real.
Inventores del golf, el whisky y el famoso klit: la típica falda escocesa que hoy en día combinan con zapatillas deportivas, definitivamente Escocia se encuentra en nuestra >bucket list<