El vasto territorio brasilero es sinónimo de riquezas naturales paradisíacas mezcladas con la abrumadora alegría de los locales. Visitarlas significa estar dispuesto a dejarse enamorar por los rincones más idílicos de este país.
1. Fernando do Noronha, Pernambuco
Trip Advisor la nombró (por cuarta vez) como la mejor playa del planeta y la UNESCO la destacó como Patrimonio de la Humanidad. Se localiza en el estado de Pernambuco, a unos 400 kilómetros de la costa continental. Para ingresar es necesario contar con un permiso especial, debido a que la Isla limita el número de visitantes para conservar el medio ambiente.
2. Praia du Gunga, Maceió
En el estado de Alagoas, se encuentra uno de los destinos más visitados del noroeste brasilero. Con una lista de interminables actividades como paseos en barco, deportes acuáticos y divertidas excursiones en banana, la playa de Gunga promete una de las piscinas naturales más singulares de Maceió.
3. Morro Branco, Fortaleza
Sus atardeceres se asemejan a los de las Islas Griegas. Los barrancos de esta playa ubicada a 83 kilómetros de Fortaleza adoptan formas extravagantes y sus amplias playas con aguas cálidas se fusionan con los acantilados formando vistas espectaculares.